En el tratamiento de una cicatriz el primer escalón consiste en tratamientos tópicos con cremas y parches. Estos tratamientos suelen ser suficientes en cicatrices no complicadas o de pequeño tamaño.
En casos de cicatrices secundarias a heridas de mayor tamaño o en zonas más visibles o complicadas, pueden ser útiles algunos procedimientos mínimamente invasivos como el láser CO2, la dermoabrasión, la micropigmentación o las inyecciones de ácido hialurónico.
Sin embargo, existen cicatrices que a pesar de los tratamientos anteriores, tienen unas características que las hacen candidatas a cirugía, dado que pueden ocasionar importantes afectaciones de la autoestima o alguna alteración funcional.
Para plantear un tratamiento quirúrgico de una cicatriz, esta debe haber pasado la fase inflamatoria, estando estable. Esto no suele ocurrir antes de los 12-18 meses de la lesión inicial que originó la cicatriz. También sabemos que el paso del tiempo puede mejorar la estética de la cicatriz, y a lo mejor cuando pasa el tiempo y la hemos cuidado tópicamente de forma adecuada, puede no ser necesaria la intervención.
Existen diferentes tratamientos quirúrgicos para tratar las cicatrices. La consigna suele ser transformar las cicatrices para que sigan las líneas de mínima tensión que la piel tiene, de forma que la calidad estética sea mejor.
En caso de cicatrices que son anchas pero en las que no hay retracción ni elevación ni se ha desarrollado un queloide, puede ser suficiente con abrir la cicatriz, aproximar de nuevo los extremos de la piel y reiniciar el proceso de cicatrización.
En cicatrices de mayor tamaño o de forma irregular, son necesarias otras técnicas quirúrgicas como la z-plastia o la w-plastia, y en ocasiones la colocación de injertos cutáneos con piel de otras zonas del cuerpo.
En calquier caso, deberemos tener en cuenta que el tratamiento quirúrgico va a suponer unas nuevas curas posteriores de la herida y un nuevo proceso de cicatrización.
Una cirugía para cicatrices sencilla puede realizarse en un tiempo corto y con anestesia tópica. En caso de cicatrices de mayor tamaño o más complejidad, puede ser necesaria la anestesia general y a veces, una solución quirúrgica que va a realizarse en varias etapas.