Pasos para mejorar la curación de una cicatriz de una operación

Las cicatrices se producen por una lesión de la piel que llega a las capas media (dermis) y/o inferior (hipodermis) de la piel.

La producción de cicatrices va a ser inevitable en algunas situaciones como por ejemplo una operación o intervención quirúrgica.

Conseguir el mejor resultado es muy importante para evitar el dolor, para evitar los problemas funcionales como la limitación en el movimiento y conseguir tener una mejor imagen corporal.

La mejor situación posible es conseguir que el proceso de cicatrización y remodelación se produzca sin complicaciones, con cicatrices “normales” y que con el tiempo se produzca una evolución a una cicatriz que sea lo menos visible y molesta posible.

Ofreciendo a nuestra piel los mejores cuidados, no podemos conseguir hacer desaparecer la cicatriz, pero sí podemos facilitar el mejor resultado final.

¿Cómo curar una cicatriz de operación?

Solamente es necesario seguir unos sencillos pasos para curar una cicatriz de operación:

  1. Cura la herida desde el principio, con lavado abundante y antiséptico, previniendo la infección. La aparición de una infección origina una reacción inflamatoria mucho más intensa y destructiva para los tejidos y el proceso se vuelve más lento y complejo, con un cierre de la herida más tardío y abigarrado.
  2. Utiliza los apósitos de Trofolastin una vez la costra ha caído y la herida está cerrada. Dependiendo de la herida esto suele ocurrir entre 2 y 4 semanas después de la lesión inicial
  3. Mantén los apósitos de poliuretano un mínimo de 4 semanas. Lo recomendable es que sean entre 8 y 10 semanas, ya que es el tiempo óptimo para que la cicatriz de remodele en gran medida y para evitar la aparición de cicatrices hipertróficas y de queloides. El apósito debe quedar bien adherido a la piel, que tiene que estar limpia y seca, cubriendo bien toda la cicatriz. Se mantiene en su posición unos 7 días y se sustituye por uno nuevo cuando ya sus bordes empiezan a despegarse.
  4. Utiliza protección solar, también en invierno. Los parches tienen la doble función de mantener un microclima apropiado para la cicatrización y a su vez proteger de la radiación solar. Cuando el uso de los apósitos finalice, entorno a las 8 semanas, no te olvides de seguir utilizando protección solar si tu cicatriz está en zonas expuestas al sol, como por ejemplo la cara.
  5. Consulta con tu médico en el caso de que la cicatriz siga produciéndote molestias o creas que el resultado estético no es el más adecuado. Tu profesional de confianza sabrá asesorarte sobre qué es normal y qué no y te ofrecerá los mejores tratamientos en caso necesario.

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