Las cicatrices se producen por heridas en la piel y pueden ser de diferentes tipos. Depende del tiempo de evolución, del tamaño y del tipo de lesión que ha causado la cicatriz, es posible utilizar tratamientos para disminuir su tamaño e incluso intentar que desaparezcan.
Te proporcionamos dos consejos que son indispensables en el proceso de curación de tu herida y cicatrización.
El primero es evitar que la herida se infecte en las primeras fases. Una infección en la herida va a entorpecer y enlentecer el proceso de cicatrización y originará peores resultados estéticos.
El segundo es la protección solar. El sol, al contrario de lo que se puede pensar, es perjudicial para la reparación de las fibras cutáneas y empeora el resultado estético por la hiperpigmentación.
Existen diferentes opciones en el cuidado de la cicatriz formulados con principios activos que han demostrado facilitar el desarrollo de las nuevas células y fibras regenerativas.
Si optas por una crema o aceite, revisa qué principios activos lleva, las indicaciones para su aplicación y sé muy constante en su uso. Será necesario que lo combines, con un protector solar, especialmente en los meses en los que los rayos ultravioleta son más intensos como ocurre en los meses cálidos.
Si decides utilizar un apósito reductor de cicatrices como Trofolastin Reductor de Cicatrices tendrás una serie de ventajas respecto a cremas y aceites:
Sea cual sea tu elección, recuerda que ser regular y constante para curar una cicatriz va a mejorar su resultado final.