La cirugía mamaria puede plantearse por diferentes motivos, pero una de las preocupaciones principales va a ser cómo va a quedar la cicatriz posterior a la intervención.
El tamaño de la cicatriz y su visibilidad van a depender del tipo de intervención que se realiza y de la técnica que se elija. Escoger un buen equipo quirúrgico, con una dilatada experiencia, nos ayuda a obtener un resultado más satisfactorio. Asimismo, las características individuales que hacen referencia al tipo de piel y a las características de la cicatrización de cada persona también van a tener una gran influencia. Por último, los cuidados postquirúrgicos son algo a tener muy en cuenta para conseguir los mejores resultados estéticos.
Las cicatrices pueden ser de diferente tipo en función del abordaje quirúrgico.
Algunas de las cicatrices en la cirugía mamaria son las siguientes:
-Cicatriz periareolar: Por el contorno de la areola. Siguiendo de forma minuciosa el contorno, con el cambio de color de la cicatriz al evolucionar la cicatrización puede quedar imperceptible
-Cicatriz submamaria: Por el pliegue natural del pecho en el surco submamario, queda disimulada por la propia anatomía
-Cicatriz en T invertida: Es la suma de 3 cicatrices. Una en el contorno de la areola, otra vertical desde la parte inferior de la areola hasta el surco submamario y una cicatriz por el surco submamario. Es la clásica cicatriz de la reducción de pecho.
-Cicatriz de mastectomía: Puede ser de diferentes tipos, como las anteriores descritas o de mayor alcance por necesidades oncológicas, como la incisión de Stewart.
-Cicatriz de tumorectomía o mastectomía parcial: Limitada a un área concreta de la mama
-Cicatriz de reconstrucción: En el mismo acto quirúrgico de la mastectomía o en un tiempo posterior con el fin de mejorar el resultado estético.
Como en cualquier cicatriz, en la primera fase los cuidados serán con productos antisépticos orientados a evitar la infección. Una vez se retiren los puntos de sutura ya podrás empezar a aplicar los parches de poliuretano, que con su mecanismo físico aumenta la presión sobre la cicatriz y proporciona un ambiente húmedo bajo el apósito que facilita la disposición de las fibras de colágeno.
Trofolastin Reductor de Cicatrices Mamario ha sido especialmente diseñado para aplicarlo en las cicatrices que se producen como consecuencia de la cirugía de la mama, plástica o reconstructiva, como en las mamoplastias de aumento o de reducción o en la mastopexia. Los apósitos están diseñados para su uso periareolar y para el surco submamario o la cicatriz en T invertida.
Lo ideal es la aplicación en cicatrices recientes para el tratamiento y la prevención de cicatrices hipertróficas o queloides.
Como siempre, unos hábitos saludables como una buena alimentación o evitar hábitos tóxicos como el tabaco o el alcohol, van a propiciar el mejor entorno para la cicatrización de una cicatriz de cirugía mamaria.