Una cicatriz es el resultado fisiológico que nuestro organismo pone en marcha para volver a unir los tejidos que se han separado a consecuencia de una herida. La evolución de la cicatriz es la cicatrización.
En la cicatrización se suceden diferentes fases complejas que se van solapando y que se inician en el mismo momento en el que se produce la lesión y se alarga en el tiempo hasta un año o incluso más.
Las diferentes fases: coagulación, inflamación, proliferación y remodelación, condicionan que los tejidos vuelvan a tener una apariencia lo más parecida a la piel sana, aunque todo el proceso de cicatrización dependerá de las características individuales de cada persona y también del tipo y localización de la herida. Todos estos condicionantes hacen que cada cicatriz sea única desde el principio hasta que se completa la reconstrucción.
Existen diferentes factores que determinan la evolución de una cicatriz. A continuación, detallaremos algunos de ellos:
-Tamaño de la lesión: A mayor tamaño, mayor destrucción de los tejidos y más probabilidad de aparición de complicaciones y de cicatrices menos estéticas
-Profundidad: Al igual que sucede con el tamaño, una mayor profundidad determina mayor afectación de las diferentes capas de la piel y por tanto, mayor necesidad de reparación
-Parte del cuerpo: Algunas zonas tienen una piel especialmente fina o sensible con menor capacidad de regeneración. Por otro lado, áreas con mucha movilidad o movimiento de flexo-extensión, tienen menos estabilidad para que los tejidos se junten de nuevo.
-Raza: La raza blanca o caucásica cicatriza mejor los tejidos
-Género y factores hormonales: Un ambiente rico en estrógenos empeora el proceso de cicatrización, que suele ser peor en mujeres en edad fértil por la implicación de los ciclos menstruales.
-Causa de la lesión: Existen algunos agentes que ocasionan heridas de mayor profundidad, irregularidad o destrucción y que condicionarán una peor evolución de las cicatrices.
-Edad: En la infancia y primeros años de juventud, la piel tiene más potencial de remodelación. A partir de los 30 años, los procesos de cicatrización son más lentos e ineficientes.
-Presencia de infección: La infección es probablemente la peor complicación de una herida, ya que dificulta enormemente la cicatrización y la regeneración de los tejidos.
-Predisposición genética: Algunas familias tienden a cicatrizar peor que otras con la aparición frecuente de queloides y cicatrices hipertróficas
En cualquier caso, y sean cuáles sean los factores pronósticos, el cuidado desde el primer día siempre es un factor de protección. Garantizar un ambiente húmedo es la mejor garantía para la evolución favorable de la cicatriz. Para favorecer aún más la evolución de la cicatriz, Trofolastín reductor de cicatrices puede ayudarte.