La aparición de cicatrices puede resultar antiestética e incómoda para todas las personas. Una cicatriz puede ser de muy diversa forma y tamaño y afectar a cualquier parte del cuerpo recubierta de piel.
Averigua cómo evitar cicatrices o minimizar su influencia siguiendo unas sencillas indicaciones que te detallamos a continuación.
Lo ideal sería evitar las heridas, pero es algo que no siempre va a ser posible como resultado de accidentes imprevisibles o de tratamientos quirúrgicos.
El proceso de cicatrización se inicia desde unos segundos después de producirse la herida. La piel tiene mecanismos que funcionan en condiciones normales para reparar la herida y mantener el equilibrio de los tejidos.
Las heridas deben curarse utilizando antisépticos -los más adecuados suelen ser la clorhexidina y la povidona yodada- y manteniendo una extremada higiene en la zona. Si la herida ha sido sucia o tiene una forma abigarrada, será más importante todavía este punto.
Desde el momento en el que la herida está curada y ya no necesita curas antisépticas, podemos aplicar los apósitos para cicatrices. Aunque el proceso de cicatrización se ha iniciado muy precozmente, es tras esos primeros días donde empieza realmente la remodelación de los tejidos para intentar recuperar el aspecto anterior sano.
Los apósitos crean un entorno húmedo y aislado que facilita el desarrollo de las fibras de colágeno y el orden en el proceso de remodelación. Es un mito pensar que las heridas se curan mejor al aire, porque sucede justamente lo contrario.
Los parches de Trofolastín Reductor de Cicatrices están diseñados para este fin y son tan sencillos de utilizar que te olvidarás rápidamente de tu cicatriz.
Las cicatrices suelen completar su maduración tras varios meses de evolución. Muchas veces necesitaremos entorno a un año para saber que ha completado el proceso de remodelación y asimilación de los tejidos. En esos meses, proteger la zona de nuevos traumatismos y también de la influencia de los rayos solares va a favorecer un mejor resultado estético. Los resultados pueden ser tan buenos que en muchas ocasiones sea difícil percibir que hay una cicatriz, ya que esta acaba quedando oculta entre el resto de la piel sana.
Los parches para cicatrices pueden ser aquí también un aliado, especialmente si estás en verano o en condiciones de trabajo, actividad física o situaciones de riesgo que vayan a dejar tu piel muy expuesta.
Seguir estos sencillos consejos evita que tus cicatrices sean visibles y hará que en pocos meses, ¡te olvides de ellas!