Cuando pensamos en estrías y cambios de peso, inevitablemente pensamos en el embarazo. Y es cierto que la gestación es un momento delicado para la piel, porque se produce un aumento de volumen corporal en muy poco tiempo, pero no es el único. Los cambios en la composición y el volumen corporal se pueden producir en otros momentos como la pubertad, la aparición de algunas enfermedades o tratamientos o el entrenamiento muscular.
La pubertad es el periodo que marca el final de la infancia y el inicio de la vida adulta. Durante este periodo, que dura entre 2 y 3 años, se desarrollan los caracteres sexuales secundarios y se produce un gran crecimiento corporal, tanto en altura como en volumen. Si el crecimiento de niños y niñas en altura es entre 5 y 7 centímetros al año durante la infancia, en esta época puede duplicarse o ¡incluso triplicarse!
Ese gran crecimiento comporta no solamente un aumento de talla sino también de peso. La piel debe adaptarse a los cambios de volumen en muy pocos meses y es una época de riesgo para la aparición de estrías. No es un problema que afecte solamente a las chicas: los chicos también pueden tener estrías, aunque los lugares de aparición suelen ser diferentes. Las chicas suelen tener estrías en los pechos, los muslos y las caderas, mientras que en los chicos, la zona abdominal y lumbar, así como los brazos en el caso que musculen, suelen ser las zonas más afectadas.
Las estrías no son un problema de salud más allá de la estética, pero en esta época la imagen corporal tiene un gran peso en el autoconcepto y la autoestima, así que prevenir y tratar las estrías puede contribuir a mejorar esta percepción.
Aplicar la crema antiestrías dos veces al día, en las zonas más vulnerables dos veces al día desde que se inicia el estirón puberal, puede prevenir la aparición de estrías.
En determinados momentos de nuestras vidas, nos descontrolamos un poco con los horarios y con la alimentación que seguimos. Puede estar relacionado también con el estrés o con la falta de sueño. El caso es que subimos de peso en poco tiempo y nos damos cuenta de que la ropa no nos queda igual y de que nos cuesta más hacer actividades cotidianas. Si este aumento de peso se produce en poco tiempo, la aparición de estrías es casi inevitable. Lo mejor es poder reconducir las situaciones que te llevan al aumento de peso, pudiendo recuperar hábitos de alimentación y actividad física saludables. Si necesitas ayuda, consulta a profesionales que pueden ayudarte. Si aparecen estrías, puedes tratarlas y mejorar tu percepción.
La presencia de algunas enfermedades y la toma de algunos medicamentos como los corticoides también pueden originar un aumento de volumen corporal. Los corticoides además, propician que la piel sea más fina y frágil y predispuesta a que las fibras de colágeno se rompan. Aprovecha tus rutinas diarias para hidratar la piel a conciencia, evitando la aparición de estrías.
El entrenamiento, especialmente el entrenamiento de fuerza, tiene muchos beneficios para la salud y contra el envejecimiento. Si has decidido que vas a trabajar tus músculos, especialmente de forma localizada, ten en cuenta tratar la piel para evitar la formación de estrías. Los músculos son unos tejidos muy agradecidos al trabajo. Así que enseguida van a crecer y a ayudarte a poner en forma si eres constante. El tejido conectivo no tiene la capacidad de adaptación y crecimiento del músculo y se va a romper si no la hidratas bien. Utiliza los productos antiestrías dos veces al día mientras musculas y evita la aparición de estrías.