Las estrías son una atrofia del tejido conectivo de la piel que se ha roto por la necesidad de la piel de distenderse muy rápidamente.
Las estrías salen en algunas circunstancias en las que se producen aumentos de peso y volumen de forma rápida, como ocurre por ejemplo en el embarazo, la pubertad o el aumento de musculación con la realización de deporte.
En la piel podemos ver unos trayectos sinuosos, ondulados, de color blanco o rojizo que están hundidos respecto al resto de la piel.
Se producen por un estiramiento en las capas medias y profundas de la piel. La piel es flexible en condiciones normales, pero cede ante un requerimiento más elevado del que puede amortiguar en un corto espacio de tiempo y provoca que salgan las estrías.
Podemos diferenciar dos fases en el desarrollo de las estrías:
Fase inflamatoria
La estría que acaba de salir está reciente tiene un color rosado, rojizo o violáceo. Puede molestar, picar, y tener una zona alrededor también enrojecida. Si no hemos logrado evitar que salgan las estrías, en esta fase sigue resultando interesante tratarlas, ya que ayudaremos a evitar su progresión.
Fase cicatricial
En esta fase, las estrías van a tener su aspecto definitivo, de color blanco nacarado, con una zona central de piel atrófica. La zona interna entre ambos bordes es una zona de piel más fina que carece de otras estructuras presentes en la piel “normal” como son el pelo, las glándulas sudoríparas o las glándulas sebáceas.
Todas las personas pueden tener estrías en algún momento de su vida, aunque la prevalencia es mayor entre las mujeres. No ocasiona un problema médico, pero sí estético.
Sabemos que como mínimo 3 de cada 4 mujeres desarrollarán estrías durante el embarazo, sobre todo en su primera gestación.
Más de la mitad de las chicas adolescentes tienen estrías como consecuencia del crecimiento que se produce durante la pubertad.
Los trastornos hormonales que alteran la funcionalidad de la piel, los momentos en los que hay un aumento o pérdida rápidos de peso, o en situación de entrenamiento deportivo con aumento de la musculación y los ejercicios de impacto, pueden ocasionar la aparición de estrías. Ni la niñez ni el género masculino son impedimentos para que salgan estrías si se dan las circunstancias que favorecen su formación.
En primer lugar, tenemos que saber que además de tratar las estrías, podemos prevenirlas. Cuando sabemos que la piel va a estar sometida a estrés de estiramiento, por ejemplo durante el embarazo, el uso de Trofolastin Anti-estrías de forma regular desde el principio consigue evitar que salgan las estrías.
Los estudios científicos demuestran que Trofolastin Anti-estrías reduce y previene hasta en un 89% de los casos la formación de estrías, con una fórmula exclusiva que tiene acción regenerativa, reparadora y cicatrizante.
La aplicación 2 veces al día en las zonas más sensibles como las caderas, el abdomen, el pecho o los glúteos, mediante un masaje suave hasta su completa absorción previene la formación de estrías.