Las estrías son cicatrices de la piel que ha estado sometida a estiramiento en un corto periodo de tiempo, originando la rotura de las fibras. Aunque en realidad podrían salir en cualquier parte del cuerpo, el aumento de peso o volumen en el cuerpo no suele producirse de forma uniforme y va a haber zonas corporales más sensibles a la aparición de estrías.
El pecho es una de las partes del cuerpo más vulnerables a la aparición de estrías. Y, ¿por qué? Porque es una zona que está expuesta a cambios en el volumen conforme se va adaptando al crecimiento y a su función. Esto es especialmente relevante en el caso de las mujeres.
Previamente a la pubertad, si valoramos la apariencia externa, no hay muchas diferencias en la zona mamaria entre niños y niñas. Una vez se inicia la pubertad, las mamas se van desarrollando en las chicas como parte del desarrollo corporal que acompaña a esta época de la vida. Las mamas son un carácter sexual secundario en las chicas y en el paso de la infancia a la vida adulta van a crecer y se van a desarrollar en gran medida.
La pubertad tiene una duración variable, pero suele abarcar unos 2-3 años en los que el crecimiento somático va a estar acelerado, y todos los tejidos del cuerpo van a aumentar de volumen. En el pecho es muy manifiesto este cambio. Y aunque el crecimiento de esta zona en las chicas no es homogéneo -influencia genética y hormonal-, en todas ellas, los cambios van a ser muy visibles.
Es un momento en el que las estrías aparecen con mucha frecuencia. Además del gran crecimiento, es un momento de la vida en la que se descuidan las rutinas de autocuidado, de forma que suele ser difícil que cumplan con las actividades preventivas, que en este caso, evitan la aparición de estrías.
El desarrollo de la mama, no obstante, se completa durante el embarazo y la lactancia. Es otro momento vulnerable a la aparición de estrías. El pecho va a aumentar mucho su volumen de forma progresiva. Es algo muy llamativo especialmente durante los primeros meses de embarazo y durante los primeros días de lactancia. Lo bueno, es que teniendo esta información, y teniendo herramientas que nos permiten prevenir las estrías: siendo constante en la aplicación de Trofolastin y acompañando con los masajes cutáneos.
En los chicos, aunque no es equivalente el desarrollo mamario al de las chicas, también se produce incremento de volumen de la zona pectoral durante la pubertad. En ellos más a expensas del desarrollo muscular que del crecimiento de las propias glándulas mamarias, que en este caso es menor. Así que, aunque es menos frecuente, los chicos también pueden tener estrías en el pecho. Posteriormente a la pubertad, la práctica de ejercicios de fuerza (por ejemplo, con pesas) que refuerzan la musculatura de la zona torácica puede conllevar la aparición de estrías. Así que ellos también pueden beneficiarse de la prevención.