El embarazo es un momento muy especial en el que el cuidado de la piel cobra protagonismo desde el primer día. La placenta es un órgano endocrino que genera diversas hormonas, como por ejemplo los estrógenos y la progesterona y modifica la secreción habitual de otros órganos endocrinos como la hipófisis o la glandula tiroides. Este ambiente hormonal, necesario para el correcto desarrollo y maduración del feto, origina de forma secundaria cambios en la piel, el pelo y las uñas. Por ello, saber cómo cuidar la piel durante el embarazo es fundamental.
La piel se muestra más sensible pero paradójicamente puede tener un grosor superior por la retención de líquidos. Este factor requiere de un especial cuidado de la piel.
Existe una tendencia a la hiperpigmentación, que es evidente en las areolas o la zona genital y en algunas mujeres en la línea alba o en la aparición del melasma -mancha marrón en la cara alrededor de los ojos y en las mejillas-
El pelo y las uñas parecen crecer a mayor velocidad y ser más gruesos y resistentes. Sin embargo, es un efecto transitorio que se suele ver compensado en el postparto. En el puerperio es habitual tener la sensación de que se produce una gran caída de pelo, de alguna manera, compensatoria de la que no se ha producido en los meses anteriores.
La aparición de estrías es muy frecuente durante el embarazo, especialmente en áreas sometidas a una mayor distensión como son las mamas, el abdomen y las caderas. Estas zonas requieren de mucha atención en el cuidado de la piel.
Para que se produzcan las estrías coexisten 3 factores:
-La influencia genética: Existen familias con mayor predisposición a tener estrías. Si tu madre las tiene, tienes más probabilidades de que a ti también te ocurra
-El ambiente hormonal: Las hormonas derivadas de los esteroides como son los estrógenos, influyen en el desarrollo y la densidad de las fibras de colágeno, disminuyendo su densidad y facilitando la fragilidad de las capas cutáneas.
-La distensión de la piel: En pocas semanas, la piel debe ceder y estirarse para permitir el crecimiento del útero que aloja al bebé y el desarrollo mamario necesario para la lactancia. Este crecimiento acelerado, predispone a las estrías, especialmente en el segundo y tercer trimestre del embarazo.
Mantener una alimentación saludable y rutinas de actividad física van a permitir que la piel reciba los mejores nutrientes en esta fase. También favorecerás la menor retención de líquidos. Como la piel está más sensible, una buena rutina de hidratación es fundamental.
En las zonas con predisposición a la aparición de estrías como el abdomen, los muslos y los pechos, te recomendamos la aplicación de Trofolastin anti-estrías 2 veces al día, con un suave masaje. Lo ideal es hacerlo desde las primeras semanas del embarazo para preparar la piel aunque todavía no sea evidente el aumento de volumen corporal. Por último, recuerda intensificar la protección solar para evitar la hiperpigmentación, especialmente en la cara y áreas corporales expuestas al sol.
Con unos sencillos cuidados, ¡Tu piel lucirá súper bonita en estos meses! Saber cómo cuidar la piel durante el embarazo te ayudará a mantener una piel saludable y radiante.