Los corticoides son unas hormonas producidas por la corteza suprarrenal que son indispensables para la vida.
Desde el punto de vista farmacológico, los corticoides se han podido sintetizar en diferentes formulaciones y son unos fármacos con potentes efectos antiinflamatorios e inmunosupresores, que se utilizan a menudo para el manejo de diferentes enfermedades, tanto agudas como crónicas como por ejemplo enfermedades reumatológicas, autoinmunitarias o alérgicas.
Tan importantes como sus efectos deseados o esperados, es la presencia de efectos secundarios o adversos derivados de su uso. Estos efectos adversos se hacen más evidentes en el uso crónico, y especialmente si se administran de forma sistémica versus la forma tópica aplicada directamente en la piel.
Los efectos adversos de los corticoides dependen de la dosis que se utilice y el tiempo del tratamiento. Pueden incluir:
Los efectos de los corticoides en la piel los podemos explicar por los siguientes mecanismos:
En resumen, los corticoides disminuyen la resistencia tensora de la piel y disminuyen su grosor. La piel es más vulnerable a las infecciones y tiene una peor capacidad para la cicatrización.
Como además se produce un edema y un aumento del tamaño corporal, la rotura de las fibras será más probable y tendrá lugar la aparición de estrías. Además, por las características de la piel, que está visiblemente adelgazada, serán estrías de mayor profundidad y tamaño.
Con los tratamientos tópicos, basados en cremas con corticoides para la piel, los efectos en la piel también son posibles (los generales son mucho menos probables). Especialmente si se hace un mal uso o no se descansa en su aplicación.
La mayoría de estos cambios serán reversibles cuando finalice el tratamiento o es posible ajustar la dosis de la medicación. Sin embargo, ante las estrías, la mejor herramienta siempre es la prevención desde el primer día. Si tienes que empezar un tratamiento con corticoides cuida tu piel desde el principio.